La mayoría de los movimientos musicales inevitablemente generan consigo una gráfica en particular, por la necesidad de registrar una imagen que los identifique como autores de un pensamiento, muchas veces transgresor, que escala más allá de la música. En este aspecto es casi inevitable mencionar al hip hop y al punk como dos posturas que sin duda alguna tienen una definida y clara expresión impresa y visual. En el hip hop nos encontramos con una de sus ramas más reconocidas como el graffiti, que claramente representa un arma visual en las paredes de las urbes más congestionadas y que probablemente a todos nos han llamado más de alguna vez la atención.
Pero en el punk la situación es diferente. No son las paredes la principal galería por la que desfilan obras inspiradas en este contexto musical, sino que son los fanzines, afiches, carátulas y la misma vestimenta de los que siguen este movimiento; que tienen que ver más con una manera de cómo se hacen las cosas, más allá de un determinado estilo gráfico y de un rayado anarquista en la pared. Es el DIY –do it yourself- que en concreto significa “Hazlo tú mismo” donde la autogestión y recursos parten de una iniciativa independiente por un afán de autonomía que intentan mantener quienes son partícipes del movimiento. Como los recursos siempre son escasos se aplica el colectivismo en vez de la competencia, basándose en la organización y apoyo mutuo.
Si bien el anarquismo y el dadaísmo son una clara influencia en la estética del punk y en el arte, creo que acá lo que se destaca es la manera en que se hacen las cosas. Es así como generalmente la gráfica del punk se caracteriza por una estética donde las fotocopias, el recorte y pegoteo, el cartón y las manchas accidentales, el blanco y negro, son evidentemente las técnicas que hacen de este un estilo. Un diseño muy informal, gestual, sucio y corrosivo que claramente resalta dentro de otras estéticas directamente relacionadas con la música. Una estética emotivamente atrevida e intencional, que resulta para mí una de las más atractivas dentro de la escena musical y editorial.
En Chile, el punk tiene sus representantes que claramente se basan en dichas herramientas para llevarla a una identidad local, porque los punk –aún basándose en el DIY y con precarios recursos-, han incursionado con nuevas tecnologías. Masapunk, el sello punk más antiguo de nuestro país, cuenta con más de 20 producciones bajo el alero del DIY, y en aquellas ediciones tampoco ha quedado afuera la estética transgresora y con el máximo aprovechamiento de los recursos.
A continuación una muestra de gráfica punk tanto chilena como extranjera.
domingo, 25 de noviembre de 2007
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2 comentarios:
Siempre que leo sobre estética punk recomiendo un artículo que salió publicado en un desaparecido fanzine chileno llamado "La Organización del Silencio", que es de lo mejorcito que se ha escrito por acá.
Dejo el link de "El punk a la pasarela", por si a alguien le interesa leerlo... habla tanto del punk como posición política, como de su identidad y estética:
http://www.geocities.com/laorganizaciondelsilencio/elpunkalapasarela.htm
Muchos saludos!!!! sigue escribiendo!
Muy buen articulo y muy buen blog... Espero te des una vuelta por mi blog de deskargas de diskos y enlazemos los blogs....
www.piratitarecords.blogspot.com
Saludos desde México
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